25.8.07

dibújame un borreguito


Para que se me quitara la tristeza me llevaron de compras. De todo lo que no vi, quise una pijama del principito. Me la compraron luego de preguntarme varias veces si de verdad la quería. Pasamos toda la tarde en el centro comercial, pero yo ya quería llegar a casa para fingir sueño y ponerme la pijama de la felicidad.
Llegamos. Cenamos y jugamos maratón.
Cuando ya todos se iban a dormir fui a ponerme la pijama del principito. Estaba feliz. Salí de mi cuarto para mostraselas y se rieron. Me quedaba chica. Los pantalones (grandes) me ajustaban y la camisa tenía cortas las mangas. Me dijeron que la devolverían y que no había tallas más grandes. ¡ponte a dieta, gordis!
Regresé a mi cuarto a quitarme la ropa.
Empecé a llorar. Mi mamá dijo que ya era grande, que no llorara , que qué diablos me pasaba, era sólo una pijama!
La devolvieron al día siguiente. Me preguntaron si quería otra ropa.
No entiendes. Lo que yo quiero es dormir abrazando un borreguito.

8.8.07

Mé drujhé já



Mi verdadera vida la vive por mí, Sarafina FaMale. "No soy doctora", "no soy doctora" me dice cada vez que le digo que anote en su cuaderno las historias que
le cuento...quizá porque interrumpo su silencio. Entonces se va. Yo me quedo
mirando una ventana dispuesto a recluirme en mi silencio. Pero entonces vuelve con algún relato suyo. Ayer me vino con la historia de un hombre que vivió en una ciudad hecha de neblina, que viajó al norte y ahí encontró una tumba con su nombre y acabó buscando, a través del enigma de las palabras, un sentido a su vida. La historia de un hombre al que el sentido hallado lo condujo a la desolación. La historia de un hombre que siempre quiso irse, y siempre se quedó, siempre se quedó.

Después se quedó mirando la hoja en blanco. Nunca la había visto gravitar tanto en su belleza. Ahora parece esperar a que se disipe la bruma. Se pone de pie. Se va. Pero se queda. Pero se va y se queda.

¿Permaneceré aquí? Me llevo de vuelta a la hoja en blanco por donde camino de nuevo.

Despierto. He vuelto a ser un dibujo.


Anónimo DeLlira