20.4.08

jamais-vu


Mi casa ha dejado de ser mi casa - te digo - mientras permaneces inmutable en tu silla a diez años luz de aquí. Mi cama ha dejado de ser mi cama. Miro mis pies y no reconozco estos zapatos, ni estos calcetines, mucho menos este pantalón a cuadros que, supongo, me has puesto tú. ¿He estado aquí toda mi vida? Dónde estuve nueve minutos antes del décimo. Yo no estuve aquí antes, esto nunca me había sucedido. Me miras con tus pupilas de galaxia en extinción donde ya no habito. Me miras desde la soledad perfecta de una fotografía colgada en mi pecho. [¿Me miras, Sarafina?] Esta taza no es mi taza y alguien bebe de ella; aún el humo y el olor se desprenden de ese té desconocido y ajeno. ¿Adónde he sido traido? Me parece despertar de otro mundo. Este aire que no es mi aire de dónde ha venido. Vacío.

[¿Lleno de mí, sitiado en mi hepidermis? No - fuera de mí, exiliado de mi ser]

Mis manos descocidas que ya no son mis manos. Mi yo que no soy más yo. Mi rostro que me mira sin que sepa quién me ve.
jamais-vu